
Responsable de comunicación en Indomio España
La presencia de insectos en el hogar es tan frecuente como molesta. Ya se trate de pequeños intrusos estacionales, como los mosquitos, o de huéspedes más persistentes, como el pececillo de plata, todo entorno doméstico está potencialmente expuesto a una infestación, sobre todo en ausencia de buenas prácticas de higiene o de un mantenimiento adecuado. Algunos insectos pueden transmitir enfermedades, otros estropean muebles y tejidos. Reconocerlos, saber dónde acechan y tomar medidas preventivas eficaces es el primer paso para vivir en un entorno saludable.
Los insectos domésticos pueden dividirse en dos categorías principales: estacionales y perennes. Los primeros aparecen en determinadas épocas del año, como primavera y verano, atraídos por el calor, la humedad o la mayor disponibilidad de alimentos. Entre ellos están los mosquitos, las hormigas y las moscas de la fruta. Los insectos perennes, en cambio, tienden a establecerse en el interior de las viviendas de forma más permanente, aprovechando grietas, materiales orgánicos y ambientes resguardados. Es el caso de las polillas, los pececillos de plata, las cucarachas y las arañas.
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Las hormigas se mueven en grupos y, una vez localizada una fuente de alimento, liberan feromonas para señalar su camino a sus compañeras. En un entorno doméstico, pueden entrar por grietas en paredes, instalaciones o tuberías. Llegan fácilmente a despensas y encimeras de cocina, donde buscan azúcares, migas y restos de comida.
Sellar bien los alimentos, limpiar regularmente las estanterías y localizar los puntos de entrada son acciones clave. Las grietas deben sellarse con silicona y las sustancias azucaradas deben eliminarse con prontitud.
Las cucarachas son resistentes, prolíficas y difíciles de erradicar. Les encanta la humedad, la oscuridad y la suciedad. También pueden alimentarse de papel, madera, pegamento y jabones. Su paso puede dejar tras de sí heces y secreciones malolientes potencialmente peligrosas para la salud.
Evitar la acumulación de humedad, mantener los suelos secos, vaciar la basura con frecuencia y no dejar comida al descubierto. Inspeccionar periódicamente los espacios ocultos, como la parte trasera de los electrodomésticos, también puede ayudar.
Las arañas construyen sus telas en lugares poco frecuentados, como rincones de habitaciones, desvanes o detrás de los muebles. Se alimentan de insectos, por lo que su presencia puede relacionarse indirectamente con otras infestaciones. En Italia, las especies más comunes en entornos domésticos son la araña doméstica (Tegenaria domestica) y la araña violín (Loxosceles rufescens), ambas activas principalmente por la noche.
Un buen primer paso es reducir la presencia de polvo y limpiar regularmente incluso las zonas más escondidas. El uso de mosquiteras y selladores para grietas y ventanas ayuda a limitar la entrada desde el exterior.
Las pulgas son diminutos parásitos saltarines, visibles a simple vista sólo en algunos casos. Se instalan en alfombras, sofás o camas, sobre todo en hogares con animales domésticos. Sus picaduras son molestas y producen picor, tanto a los animales como a las personas.
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Realiza tratamientos regulares con plaguicidas en las mascotas y lava mantas y tejidos a altas temperaturas. Aspirar con frecuencia las alfombras también puede ayudar a eliminar los posibles huevos.
Los mosquitos se sienten atraídos por la luz y el calor corporal. Las hembras, que pican, necesitan sangre para poner sus huevos. En el hogar, anidan en rincones oscuros y húmedos, pero también en platillos y cuartos de baño.
Instala mosquiteras en puertas y ventanas, elimina el agua estancada y utiliza repelentes naturales o electrónicos. También es útil vaciar periódicamente los platillos de las plantas y revisar los canalones.
Pequeños, plateados y extremadamente rápidos, los pececillos de plata son nocturnos y prefieren los ambientes húmedos y oscuros. Se alimentan de papel, pegamento, textiles y azúcar, causando daños en libros, fotografías y tapicerías.
Mantén las habitaciones secas, utiliza deshumidificadores en los cuartos de baño y no dejes papel o tejidos sin usar durante mucho tiempo. También es esencial controlar las fugas de agua.
Las Ephestia kuehniella se introducen fácilmente a través de envases contaminados. Las larvas dañan los alimentos secos y liberan una sustancia sedosa que los inutiliza. El ciclo puede repetirse rápidamente si no se toman medidas.
Guarda los alimentos en recipientes herméticos de cristal o plástico duro. Limpia las estanterías con regularidad y comprueba los envases antes de comprarlos, evitando los dañados.
Los pequeños agujeros en muebles, rodapiés o vigas pueden indicar la presencia de carcomas. Estos insectos xilófagos, en estado larvario, excavan túneles internos que, con el tiempo, pueden comprometer la estabilidad incluso de estructuras portantes como vigas o suelos de parqué.
Trata regularmente los objetos de madera con productos contra la carcoma, inspecciona cuidadosamente los muebles antiguos antes de introducirlos en casa y mantén bajo control el nivel de humedad en las habitaciones con paneles o muebles de madera.
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Diminutas y molestas, las moscas de la fruta se multiplican cerca de las fuentes de fermentación. Fruta madura, vino, vinagre o incluso simples residuos en el fregadero pueden generar una infestación en cuestión de horas.
No dejes fruta madura fuera del frigorífico, limpia los fregaderos con regularidad y vacía los residuos húmedos todos los días. Incluso un simple tapón de vinagre con una lámina perforada puede funcionar como trampa natural.