Casa de pueblo antigua bien conservada y llena de encanto, posee una parcela de 80m2 con 120m2 construidos en dos plantas. En la planta baja hay un acogedor recibidor que da paso a un espacioso salón comedor abierto con chimenea, una cocina completamente amueblada, dos habitaciones, un baño completo recientemente reformado y un bonito patio para disfrutar del aire fresco y la tranquilidad. Subiendo a la primera planta encontramos un hall y un pasillo que nos guía hacia dos habitaciones luminosas con grandes ventanales. Desde esta misma planta contemplamos una terraza con vistas panorámicas al pueblo. Esta casa de pueblo es la conexión de la historia con la tradición pasada.