Таунхаус 3 помещения, El Paraíso-Atalaya-Benamara, Estepona

Hemos sido tan felices en esta casa… Os voy a contar mi historia: Había una vez un niño que se llamado Lucas y que vivía en una hermosa casa junto a su perro Pol. Su hogar estaba situado en una tranquila urbanización con amplios jardines y una gran piscina. Lucas tenía su propia habitación y disfrutaba de su sala de juegos que luego mamá la convirtió convertida en su enorme vestidor (nunca he entendido por qué tener un gran vestidor era uno de sus sueños, pero mamá era así). Incluso tenía un pequeño gimnasio en un maravilloso ático. Lucas fue muy feliz en su hogar, desde su infancia hasta ahora que se preparaba para independizarse. Así que sus padres se mudarán a un apartamento más pequeño. Pero él siempre recordaría los momentos especiales en esa casa. Vivir en esa zona era maravilloso, con vistas abiertas al campo y también cerca de la playa. Lucas podía jugar con sus amigos en los amplios jardines y sus padres organizaban cenas y barbacoas para compartir con sus amigos. Además, tenían uno de los mejores colegios de la zona a solo cuatro minutos de distancia. A Lucas le encantaba acompañar a su mamá a hacer la compra o ir a la farmacia, ya que podían ir caminando. También recordaba un cumpleaños muy bonito que sus padres celebraron en uno de los restaurantes de la zona, un japonés donde aprendió a comer con palillos. En ese área había variedad de restaurantes, uno hindú, otro chino, el japonés que os he contado, dos pizzerías e incluso uno de los mejores restaurantes peruanos de toda la Costa del Sol, bueniiiiiisimo. Además, tenían acceso a servicios como dentistas, supermercados e incluso un centro de belleza donde su mamá se ponía guapísima. Los domingos, Lucas y su papá iban a la gasolinera cercana para lavar el coche. Y cuando a mamá se le olvidaba comprar leche o pan, podían encontrarlo fácilmente allí. La vida de Lucas y Pol en esa casa estuvo cargada de alegría y momentos especiales. Aunque pronto se mudarían, siempre llevarían consigo los recuerdos felices de su hogar en esa urbanización molona y con vecinos majetes. ——- Futuro habitante de mi casa, he de decirte que hoy tengo 28 años, voy a cumplir el sueño de tener mi propia casa y me da mucha pena dejar, esta que fue, mi hogar durante tantos años. Tiene una energía muy chula esta casa. Prométeme que la vas a cuidar mucho, vale? Con cariño Lucas