Chalet 6 habitaciones, Roche, Conil de la Frontera

Sumérgete en un mar de hormigón y cal. En el corazón de Roche, se encuentra este fantástico chalet, diseñado con aires balineses y con el mayor lujo de detalles. Evocación a la constelación Aquarius.
Comenzamos por el sótano, inmenso. Podemos entrar a través del garaje o a través de una escalera desde el jardín. El suelo del sótano, así como el del interior de toda la casa es de microcemento. El color celeste, imita al mar y sus olas con suaves trazos dibujados. En esta planta tenemos un salón magnifico, con una decoración funcional y marinera. La luz entra directamente desde la piscina de la planta baja a través de un cristal. Dispone de una cocina industrial y lavandería. Zona de servicio compuesta de baño y dormitorio con acceso directo desde la escalera de caracol. La planta se completa con un cuarto de invitados, un baño y una sala de cine con enormes sofás que puede convertirse en el dormitorio improvisado de los más pequeños y no tan pequeños cuando vence el sueño. Justo al lado del garaje, tenemos la sala de depósitos y cuadros eléctricos, bien dispuesta, señalizada y ventilada. A propósito de esto, el sótano dispone de un sistema de renovación de aire sostenible.
Subimos a la planta baja y encontramos un espacio en el jardín dedicado a duchas, parking de bicis y tendedero en la entrada, ideal a la vuelta de la playa. A continuación, un sencillo chill out que ocupa el centro del jardín junto a una pequeña piscina. A un lado del jardín tenemos un pabellón dividido en dos grandes dormitorios familiares gemelos y pareados, con mesa de trabajo y armarios empotrados y una sala de televisión con gran sofá. Completan esta área una serie de duchas y aseos que dan servicio a este pabellón. Toda esta zona con cerramientos individual y colectivo para mayor intimidad.
Al otro lado del jardín, un apartamento con un dormitorio triple con chimenea y baño.
En nuestro ascensor o a través de las escaleras subimos a la primera planta, donde aparece una suite muy acogedora con terraza privada y acceso al salón chill out, que dispone de cocina americana y que se abre a una terraza con paneles de cristal y madera. Tenemos además un cuarto para la limpieza y cuarto de baño. Esta planta en cuestión te transporta a cualquier hotel balinés que se precie.
Seguimos ascendiendo y un magnifico solárium aparece ante nuestros ojos. La singular piscina que alberga no deja indiferente a nadie. Se trata de una piscina biológica que se depura con los peces que tiene a los pies en una especie de riachuelo. También en la azotea hay un comedor con barbacoa y aseo.
La casa tiene revestimiento interior y de fachada con cal de morón, milenaria y natural.
Para apreciar la mayor de las sensaciones, lo mejor es venir a verla y descubrirla.