Hablemos de lujo. Del lujo que es vivir a menos de 80 metros del mar. Del lujo que supone olvidarte para siempre de coger el coche para ir a la playa y del estrés de buscar aparcamiento. Del lujo de vivir en la última planta y no tener vecinos encima. Tienes a tu alrededor todo ( y cuando digo todo, es todo) para hacerte la vida muy fácil: Playas, supermercados, restaurantes y más cosas que descubrirás una vez vengas a conocer tu nuevo barrio. Y como parece que lo bueno nunca es suficiente, a todo esto le sumas una reforma total del apartamento para que no tengas que gastar ni un euro y puedas empezar a disfrutarlo desde el momento que te mudes. Si pensabas que era imposible encontrar la perfección a estas alturas, vengo a hacerte cambiar de idea. Ahora, la única pregunta que me queda por hacerte es; ¿A qué esperas para venir a visitarlo?