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Responsable de comunicación en Indomio España
En los últimos años (especialmente desde los largos periodos de encierro) han aumentado los aficionados a las barbacoas. Una costumbre que procede de Estados Unidos y que también nos resulta especialmente atractiva a la hora de organizar una convivencia con la familia y los amigos.
Pero, ¿cómo montar una zona de barbacoa en el jardín, en el porche, junto a la piscina o en espacios más pequeños? ¿Cuáles son los errores que hay que evitar? He aquí algunos consejos útiles.
El primer paso (obvio, pero a veces subestimado) es tener en cuenta el espacio disponible: tomar medidas, literalmente. Pero no sólo para colocar la zona de barbacoa, sino también para moverse con agilidad y seguridad mientras se cocina.
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La barbacoa debería de estar siempre sobre una superficie sólida, plana, resistente al calor y no inflamable. Además, tiene que estar en espacios abiertos, teniendo especial cuidado con niños y mascotas.
En función del espacio y el presupuesto disponibles, pero también de tu estilo de vida, puedes elegir entre distintos modelos de barbacoa.
La primera elección que hay que hacer es entre barbacoas fijas y barbacoas portátiles. Evidentemente, ambas tienen ventajas e inconvenientes: la primera, de mampostería, tiene sin duda la ventaja de que se puede hacer a medida, pero ocupa más espacio y requiere obras estructurales, mientras que la segunda, gracias a la posibilidad de trasladarla, es sin duda más versátil.
A continuación, es necesario evaluar las diferentes fuentes de energía y así entender si, de acuerdo con los hábitos y preferencias de cada uno, es mejor:
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Tanto si optas por una estantería como por una encimera propiamente dicha, en la zona de la barbacoa es útil prever puntos de apoyo para pinzas, cuchillos, platos y otros utensilios.
Un carrito para la comida también es una buena solución, además de muy versátil.
Si dispones de espacio suficiente, es útil amueblar la zona alrededor de la barbacoa con una mesa y sillas donde poder comer o, en el caso de habitaciones más pequeñas, incluso simplemente con pequeños pufs multifuncionales y mesas bajas y discretas.
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En ambos casos, es fundamental que la zona dedicada a la convivencia esté resguardada del sol con árboles, si está en el jardín, o con una pérgola, una carpa o una simple sombrilla de balcón.
Es fundamental disponer de luz suficiente y estratégicamente situada tanto para crear un ambiente acogedor y confortable durante las comidas como para mejorar la seguridad durante la preparación.
Los farolillos suspendidos y las lámparas de sobremesa recargables pueden añadir ese toque extra que hace que las noches de verano sean aún más agradables.
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