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El color salmón -claro u oscuro– es un tono muy distintivo y elegante, y se utiliza cada vez más en el diseño de interiores.
Se trata de un tono cálido, a medio camino entre el rosa y el naranja, aunque existen muchas variaciones y matices (más o menos intensos), que lo hacen especialmente versátil y adecuado para todo tipo de ambientes.
Pero, ¿cómo se puede utilizar el salmón para decorar el hogar? He aquí algunos consejos útiles para utilizar este color en interiorismo.
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Cómo combinar el color salmón en la decoración de interiores
Como ya hemos mencionado, el salmón es un color muy versátil que puede utilizarse tanto en ambientes clásicos como modernos y puede incorporarse a diferentes estilos para crear un ambiente acogedor y dar un toque de vivacidad.
Este tono puede utilizarse:
- para paredes;
- para textiles, como cortinas, colchas, cojines;
- para muebles;
- para muebles y accesorios, como marcos, jarrones, lámparas.
El salmón combina muy bien con el blanco, el gris, el beige y el verde salvia, con los que crea interesantes contrastes.
Para realzarlo, también es bueno situar este color en relación con la fuente de luz: la luz natural o cálida lo resalta mejor.
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Efectos del color salmón en el estado de ánimo
Además de ser un color estéticamente atractivo, el salmón también puede tener efectos beneficiosos en el estado de ánimo de las personas.
Al ser un tono cálido, puede ayudar a infundir una sensación de bienestar y vitalidad en quien lo contempla.
Este color se utiliza a menudo en espacios dedicados al bienestar y la relajación, como centros de wellness y lugares de meditación y yoga, ya que es capaz de aportar equilibrio, armonía y serenidad.
En su variante rosa más delicada y cercana, el color salmón puede infundir una sensación de dulzura y romanticismo, mientras que en su variante naranja más cercana, energía y creatividad.