Cómo cuidar la Heliconia rostrata

La Heliconia rostrata presenta unas inflorescencias colgantes de color rojo y amarillo, o anaranjadas como el pico de los tucanes, ricas en néctar que los colibríes reconocen al instante. En Sudamérica crece junto a sus nidos suspendidos, siendo un refugio seguro.

La Heliconia representa un rincón de paisaje ecuatorial incluso en las casas y jardines de nuestras latitudes, siempre que se la cuide con esmero. Así que, veamos cómo puede crecer de la mejor manera también en interiores.

¿Cuál es el significado de la flor de Heliconia?

En el lenguaje de las flores, la Heliconia simboliza la creatividad y el arte, en coherencia con sus formas excéntricas y sus vivos colores que evocan la fantasía y la imaginación. En Bolivia se la conoce como patujú y es una de las flores nacionales del país, junto con la kantuta.

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Regalar una Heliconia significa, por tanto, celebrar a quien emprende un nuevo camino creativo, un trabajo, un proyecto artístico o, por qué no, incluso la renovación creativa de una nueva vivienda con un estilo más excéntrico o moderno.

Heliconia rostrata, del sotobosque ecuatorial al salón del hogar

La Heliconia rostrata es polinizada principalmente por colibríes (hummingbirds), y muchas especies vegetales han evolucionado en estrecha dependencia de estas aves polinizadoras, hasta el punto de que, en la naturaleza, algunos pájaros utilizan estas plantas como apoyo o refugio.

El nombre científico hace referencia al Helicón, el monte de la Antigua Grecia considerado la morada de las Musas, descrito por Hesíodo como el lugar donde danzaban y se bañaban en la fuente Hipocrene. Sin embargo, las raíces de esta planta son sudamericanas y se hunden en los suelos húmedos y tropicales de Costa Rica, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador y El Salvador, habiéndose naturalizado también en el Caribe.

En su hábitat natural puede alcanzar los cinco o seis metros de altura, con hojas que recuerdan a las del banano y brácteas cerosas colgantes que protegen pequeñas flores tubulares. Tras la floración aparecen frutos de un intenso color azul, mientras que el follaje permanece siempre verde.

Se la conoce popularmente como “falso ave del paraíso”, por su parecido con la Strelitzia, pero también como “garra de langosta” debido a su inflorescencia escalonada.

Su único polinizador conocido es el colibrí. Ni siquiera el ser humano ha conseguido reproducir artificialmente este proceso, y no existen híbridos creados en laboratorio. A pesar de estas dificultades, hoy en día es una de las plantas ornamentales más apreciadas para el hogar.

Cómo cuidar la Heliconia rostrata

Cultivarla en casa no es imposible, pero requiere cuidados atenciones constantes. No le gusta el frío, teme el encharcamiento y prospera en ambientes con alta humedad.

En maceta es más frágil que en el suelo y la floración en interiores no siempre está garantizada. Sin embargo, con algunos cuidados se puede conseguir un rincón tropical que dure todo el año.

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Qué se necesita y cuáles son las dificultades

Los principales problemas en su cuidado están relacionados con plagas (araña roja, trips, cochinilla) y podredumbres radiculares causadas por exceso de agua estancada. Por ello, el hábitat ideal debe reproducir las condiciones de las selvas ecuatoriales:

• Temperaturas constantes entre 20 y 30 °C, nunca por debajo de 10 °C.
• Suelo rico y bien drenado.
• Luz abundante pero filtrada.

En verano, las hojas deben protegerse del sol directo, que puede quemarlas, mientras que en invierno son sensibles a las corrientes de aire y al aire seco de los radiadores.

Para cultivarla en casa o en el jardín se necesitan:

• Una maceta amplia (al menos 30 cm de diámetro) con fondo drenante.
• Sustrato orgánico a base de turba, mantenido siempre húmedo pero no encharcado.
• Agua de lluvia o descalcificada, pulverizada también sobre las hojas.
• Fertilizantes líquidos específicos para plantas de flor.

Cómo y dónde colocar la Heliconia

En interior, debe situarse en un lugar luminoso, cerca de una ventana protegida con una cortina ligera. En los meses más cálidos se puede trasladar a la terraza o al jardín, en un lugar resguardado y con sombra durante las horas de sol intenso.

En zonas de clima templado puede permanecer al aire libre todo el año, pero en gran parte de España es mejor volver a introducirla en casa con la llegada del otoño.

Cómo y cuándo regarla

En primavera y verano, el sustrato debe mantenerse constantemente húmedo: esto significa riegos regulares, sin dejar que la tierra se seque por completo.

En invierno, cuando el crecimiento se ralentiza, se reduce la frecuencia, pero sin dejar que las raíces se sequen.

El agua debe estar a temperatura ambiente y se deben evitar los encharcamientos en el platito. Además de los riegos, la planta se beneficia de pulverizaciones diarias sobre las hojas.

Cómo y cuándo abonarla

Un aporte regular de nutrientes favorece la producción de brácteas vistosas y el mantenimiento del follaje. Por ello, de abril a septiembre se recomienda añadir cada 10 días un fertilizante líquido para plantas de flor diluido en el agua de riego. En otoño e invierno, basta con una aplicación al mes.

Cómo propagarla

La multiplicación es lenta, porque las semillas tienen una cáscara dura y pueden tardar hasta un año en germinar. Mucho más sencillo es la división de rizomas: basta separar una porción de raíz subterránea con al menos un brote y replantarla en una nueva maceta.

Este método garantiza plantas idénticas a la madre y un crecimiento más rápido.

Enfermedades y plagas que pueden afectar a la Heliconia

Como toda planta tropical, la Heliconia necesita protección frente a plagas y enfermedades fúngicas. Remedios naturales como el aceite de neem o los propóleos ayudan a controlar insectos y hongos.

Después de la floración, los tallos que han producido flores deben cortarse en la base: no volverán a florecer.

Además de en el jardín o en maceta, la Heliconia es muy apreciada como flor cortada. Sus inflorescencias duran hasta tres semanas en agua, convirtiéndose en protagonistas de ramos exóticos.