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El jabón de Marsella es conocido por sus propiedades limpiadoras, pero también puede ser un valioso aliado en el jardín. Gracias a su composición natural, ayuda a proteger las plantas sin recurrir a pesticidas químicos. Pero ¿cuál es la forma correcta de utilizarlo? ¿Y qué ventajas ofrece en comparación con otros remedios?
Descubramos juntos cuáles son sus aplicaciones en el mundo de la jardinería, cómo prepararlo, aplicarlo y cómo elegir el tipo más adecuado para obtener resultados eficaces.
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El jabón de Marsella tiene orígenes muy antiguos y se remonta al siglo XIII, cuando en el Mediterráneo se elaboraron los primeros jabones artesanales a base de aceite de oliva y sosa natural.
Sin embargo, fue en la ciudad francesa de Marsella donde este producto encontró su máxima expresión, hasta el punto de que en 1688 el edicto de Colbert reguló su producción, imponiendo el uso exclusivo de aceites vegetales, sin grasas animales ni aditivos químicos.
Su composición tradicional incluye al menos un 72% de aceite de oliva, mezclado con agua, sosa y, en algunas variantes, aceite de coco o de palma para una mayor dureza y espumosidad. Aún hoy, el auténtico jabón de Marsella es apreciado por sus suaves propiedades limpiadoras y su versatilidad, que lo hacen ideal no sólo para la higiene personal y la limpieza del hogar, sino también para el cuidado de las plantas.
El uso del jabón de Marsella para las plantas tiene muchas ventajas:
Además de ser eficaz contra pulgones y cochinillas, el jabón de Marsella también puede ayudar a mantener alejadas a las hormigas, que a menudo transportan pulgones a las plantas para alimentarse de su melaza.
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Para conseguir un efecto repelente, puedes pulverizar la solución de jabón de Marsella directamente sobre los puntos de paso de las hormigas o alrededor del perímetro de las plantas más afectadas. Este método también es útil para repeler otros insectos como la mosca blanca, que pueden dañar los cultivos con sus picaduras.
He aquí una solución para aprovechar al máximo el jabón de Marsella contra las plagas:
Esta solución también puede utilizarse de forma preventiva, sobre todo en primavera y verano, para proteger las plantas de posibles infestaciones. Es eficaz contra pulgones, cochinillas, araña roja y trips, pero menos útil contra insectos con un exoesqueleto rígido, como las chinches.
Para garantizar un tratamiento eficaz y seguro, es importante elegir un jabón de Marsella puro, sin perfumes, colorantes ni aditivos químicos.
La versión tradicional a base de aceite de oliva es la más adecuada para su uso en plantas. Evita las variantes industriales que contienen glicerina, que pueden dejar residuos en las hojas y reducir la eficacia del tratamiento.
Para aumentar la eficacia del jabón de Marsella contra las plagas y evitar la formación de moho en las plantas, se puede añadir bicarbonato sódico a la solución.
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Combinando una cucharadita de bicarbonato sódico con un litro de agua y jabón de Marsella, se obtiene un tratamiento natural de acción combinada: el jabón elimina los insectos, mientras que el bicarbonato contrarresta el desarrollo de hongos como el oídio. Este remedio es especialmente útil para las plantas ornamentales y las hortalizas propensas a las enfermedades fúngicas, como las rosas y los calabacines.
Aunque se trata de un remedio natural, es importante seguir ciertas precauciones antes de utilizar el jabón de Marsella:
Utilizar jabón de Marsella para las plantas es una forma natural y eficaz de mantener su jardín sano y exuberante, protegiéndolo de las plagas sin comprometer el medio ambiente.
El jabón de Marsella es una de las soluciones naturales más conocidas para proteger las plantas de las plagas, pero no es la única opción disponible. De hecho, hay varios pesticidas naturales igualmente eficaces contra los ataques de cochinillas, pulgones y otros insectos dañinos.
El aceite de Neem, por ejemplo, es un remedio muy bueno, extraído de las semillas del árbol de Neem, que puede utilizarse tanto de forma preventiva como para eliminar las infestaciones de plagas. Otra alternativa es el jabón blando, un producto respetuoso con el medio ambiente que no sólo actúa contra insectos como pulgones, cochinillas, trips y moscas blancas, sino que también contribuye a reforzar las defensas naturales de las plantas y ayuda a eliminar la melaza producida por estas plagas.
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Así pues, el extracto de ortiga es útil no sólo contra las plagas, sino también contra los hongos y mohos, y es adecuado para plantas ornamentales y hortalizas. Por último, el aceite de soja, obtenido del prensado de las semillas de Glycine soja, es otro valioso aliado, ya que contribuye a reforzar las defensas naturales de las plantas, sobre todo contra las plagas de pulgones.