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Cómo y por qué utilizar amoniaco en la lavadora
Residencial 25 abril 2025

Cómo y por qué utilizar amoniaco en la lavadora


¿Cómo usar el amoniaco en la lavadora? Este compuesto, a menudo utilizado para desinfectar suelos y baldosas, tiene otros usos.
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Silvia Sanchidrián

Responsable de comunicación en Indomio España

El amoníaco es un producto químico muy fuerte que puede utilizarse para la limpieza del hogar de diversas maneras. Quizá no todo el mundo sepa que también puede utilizarse en la lavadora para lavar ropa muy sucia o manchada.

Veamos qué es el amoniaco y cómo utilizarlo en la lavadora.

Qué es el amoníaco y cómo manipularlo

El amoníaco es un compuesto químico derivado del nitrógeno, incoloro y con un olor acre característico. Es a todos los efectos una sustancia tóxica, por lo que debe manipularse con sumo cuidado y sabiendo que es un producto químico.


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En primer lugar, nunca debe utilizarse puro, sino diluido en agua antes de utilizarlo para la limpieza del hogar. Hay que evitar absolutamente inhalarlo y es necesario protegerse las manos; tras su uso, conviene ventilar las habitaciones.

Además, el amoníaco nunca debe mezclarse con lejía, otra sustancia muy potente.

Cómo y por qué utilizar amoniaco en la lavadora

Normalmente, el agua y el amoníaco se mezclan para limpiar en profundidad suelos, azulejos, cocina, baño o alfombras. El amoníaco también puede utilizarse para lavar la ropa en la lavadora. En lavandería, es perfecto para desengrasar, desinfectar y eliminar manchas de ropa interior o prendas muy sucias sin decolorar los tejidos.

El amoníaco en la lavadora puede añadirse, sin exagerar en la cantidad, al detergente normal para higienizar la ropa: basta con añadir 5 cucharadas soperas al tambor antes de iniciar el ciclo de lavado.


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Si hay que lavar jerséis de lana a 30 grados y sin centrifugado, hay que añadir mucho menos amoniaco en la lavadora, aunque sólo sea una pequeña cantidad en la cubeta del detergente.

Además, el amoniaco, precisamente por su poder desengrasante e higienizante, puede utilizarse para limpiar la propia lavadora porque no estropea sus componentes.

Se puede utilizar, también diluido en agua, para limpiar el tambor interior y las juntas.

También es posible realizar un ciclo de lavado en vacío poniendo sólo amoniaco en la lavadora y eligiendo un programa rápido: así se desinfectarán todas las partes internas de la lavadora.

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