
Responsable de comunicación en Indomio España
La figura del Papa, obispo de Roma y máxima autoridad de la Iglesia católica, siempre ha estado rodeada de un halo de misterio y fascinación. Estamos acostumbrados a verle en San Pedro, con vistas a la plaza más famosa de Roma o en el interior de la basílica, así como de visita por Italia y el mundo. Pero el Pontífice, como todo el mundo, también tiene un hogar, y el nuevo papa tendrá que elegir el suyo.
A lo largo de la historia ha habido varias residencias papales, no todas situadas en la actual Ciudad del Vaticano o en Roma, y algunas incluso fuera de las fronteras italianas. Descubrámoslas todas, hasta las del recientemente fallecido Francisco I y el recién elegido León XIV.
LEE TAMBIÉN: ¿Dónde están enterrados los Papas? Un viaje a través de la fe, la historia y el misterio
El primer gesto de Roberto Francisco Prevost, recién elegido sucesor de Francisco I, tuvo que ver con su casa. Tras ser conducido a la Sala de las Lágrimas y asomarse a la Logia de la Bendición para pronunciar su primer discurso al mundo el jueves 8 de mayo de 2025, León XIV se dirigió al Palacio del Santo Oficio, donde vivía.
En un vídeo difundido a través de las redes sociales por fuentes oficiales del Vaticano, se ve al Pontífice haciendo su primera salida oficial como Papa. Llegó al patio del Palacio del Santo Oficio, el lugar donde vive desde 2023, cuando fue nombrado arzobispo, para saludar a las personas con las que ha convivido e impartirles una bendición.
Por el momento se desconoce dónde elegirá vivir el nuevo Papa León XIV durante su pontificado. Hay gran expectación por saber si decidirá seguir los pasos de su predecesor y vivir en la Casa Santa Marta o si seguirá la tradición del pasado y optará por el Palacio Apostólico.
A lo largo de los siglos, los Papas han vivido en diversas residencias, testimonio de épocas históricas y cambios culturales.
A partir de 1870, la residencia papal se trasladó al Palacio Apostólico, un complejo de edificios de gran valor artístico e histórico, situado en la Ciudad del Vaticano. Aquí han vivido Papas desde Pío IX hasta Benedicto XVI.
LEE TAMBIÉN: Todas las ilusiones ópticas de la Plaza de San Pedro que probablemente no conozcas
El Palacio Apostólico es la residencia papal por excelencia. Sin embargo, como veremos, no fue la residencia del Papa Francisco.
El Papa Francisco, elegido en 2013, hizo una elección contraria a la tradición, decidiendo no vivir en el Palacio Apostólico. El Pontífice prefirió un alojamiento más sencillo y menos aislante, eligiendo vivir en la Casa Santa Marta.
La Casa Santa Marta es un edificio adyacente a la Basílica de San Pedro, construido originalmente como casa de huéspedes para los cardenales durante el Cónclave. El Papa Francisco ha transformado esta estructura en un verdadero hogar, un lugar donde vivir en contacto con los demás, compartiendo espacios comunes y momentos de convivencia.
La elección de la Casa Santa Marta reflejaba el estilo de vida humilde y cercano a la gente que caracteriza el pontificado del Papa Francisco. El Papa vivía en una habitación sencilla, amueblada con lo esencial, y participaba en la vida de la comunidad, compartiendo las comidas con los demás huéspedes y celebrando la misa en el refectorio.
Su jornada comenzaba temprano, con meditación y oración, seguidas de misa y desayuno. El resto del día lo dedicaba a compromisos institucionales, audiencias, encuentros con personalidades políticas y religiosas, pero también a encuentros informales con gente corriente, ávida de un saludo o una palabra de consuelo.
LEE TAMBIÉN: ¿Dónde viven los jefes de estado más famosos del mundo?
La elección de vivir en la Casa Santa Marta permitió al Papa Francisco mantener un estilo de vida alejado de la rigidez y los protocolos que suelen acompañar a las figuras de poder.
Su residencia se convirtió así en un lugar de encuentro y acogida, símbolo de una Iglesia que se hace cercana a la humanidad, compartiendo sus alegrías y sufrimientos.
La elección del Papa Francisco de vivir en la Casa Santa Marta representó una novedad en el panorama de las residencias papales, una elección que rompía con la tradición y reflejaba su visión de una Iglesia humilde, cercana a la gente y a la escucha de las necesidades del mundo contemporáneo.
Habrá que esperar para conocer la elección del nuevo papa, León XIV, sobre su residencia.