Cómo blanquear un plato de ducha amarillento: todos los remedios

Todo el mundo, tarde o temprano, se pregunta cómo limpiar un plato de ducha amarillento. Es un inconveniente que aparece debido al uso: con el paso del tiempo, esta parte de la ducha tiende a perder su blancura original, cubriéndose de antiestéticas manchas amarillas causadas por la cal, el jabón, el moho o simplemente el desgaste. Limpiarlo no es sólo una cuestión de estética, sino también de higiene.

Es un problema común en muchos cuartos de baño, pero afortunadamente solucionable con métodos sencillos y eficaces. En este artículo te aconsejamos cómo limpiar un plato de ducha que se ha vuelto amarillo utilizando tanto remedios naturales como productos específicos, así como soluciones para prevenir el problema en el futuro.

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Las causas del amarilleamiento del plato de ducha

Las principales causas del amarilleamiento del plato de ducha son la acumulación de cal, los restos de jabón y champú que quedan después de la ducha, el moho debido a la humedad y, en el caso de los platos de ducha de resina o sintéticos, también la exposición prolongada a la luz solar o a detergentes demasiado agresivos. El agua muy dura también puede contribuir a la formación de halos amarillentos persistentes y zonas sin brillo.

Remedios para el plato de ducha amarillento

Como ya hemos mencionado, existen varios remedios eficaces, tanto naturales como químicos, para que el plato de ducha vuelva a lucir como nuevo. Entre los primeros, uno de los más comunes es el bicarbonato sódico utilizado junto con vinagre blanco: basta con mezclarlos hasta obtener una pasta espesa, aplicarla sobre el plato, dejarla actuar durante al menos 30 minutos y después frotar con una esponja no abrasiva.

Otro buen remedio para limpiar un plato de ducha amarilleado es el zumo de limón, que, gracias a su poder desengrasante y blanqueador, se revela como un gran aliado. Basta con pulverizarlo puro, o mezclado con sal fina, (aprovechando el poder abrasivo que le da el roce sobre la suciedad más difícil) sobre las zonas amarilleadas.

En caso de que los remedios naturales no funcionen del todo, puedes recurrir a productos específicos para la limpieza del baño. Compra detergentes antical o blanqueadores. En este caso, sin embargo, ten cuidado de no dañar la superficie del plato de ducha, sobre todo si es de resina o de un material delicado. Los desengrasantes, que eliminan las partes amarillentas y dan al plato un efecto «brillante», son excelentes.

¿Cómo blanquear un plato de ducha de resina amarilleado?

El plato de ducha de resina tiene varias ventajas: es duradero, antideslizante, fácil de limpiar y personalizable tanto en forma como en color. Se adapta a cualquier cuarto de baño y es más cálido al tacto que la cerámica. Sin embargo, no está exento de amarillear.

Para limpiarlo eficazmente, primero hay que utilizar un detergente suave y un paño de microfibra. A continuación, limpia con una mezcla a partes iguales de agua templada y vinagre blanco, que es útil para eliminar los depósitos de cal debido a las propiedades ácidas del vinagre. Si es necesario, trata la zona con un cepillo de cerdas suaves, que tiende a eliminar eficazmente la suciedad mediante la acción mecánica del cepillado.

Cómo limpiar un plato de ducha de cerámica amarilleado

El plato de ducha de cerámica es duradero y, al igual que su predecesor, fácil de limpiar. Es muy resistente a los arañazos y las manchas, conserva durante mucho tiempo su color original y dura mucho tiempo. Pero aunque este material está considerado entre los más higiénicos, también puede amarillear con el tiempo.

Para limpiar un plato de ducha de cerámica amarilleado, se recomienda utilizar un detergente suave o una mezcla de vinagre y agua tibia. Nunca es recomendable utilizar productos demasiado agresivos o esponjas abrasivas, que podrían dañar el plato. En caso de suciedad persistente, prueba a frotar con una crema preparada mezclando bicarbonato de sodio y agua, que se aplicará con un paño suave.

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¿Cómo limpiar la silicona amarillenta de la ducha?

Quizá más molesta que el plato de ducha, es la silicona de ducha amarillenta. Las juntas también pueden perder rápidamente su aspecto original, dando la impresión de falta de higiene y mantenimiento. Si quieres restaurarlas, puedes probar uno de estos dos remedios:

• Aplica lejía, sólo sobre la silicona amarilleada y con mucho cuidado, utilizando un cepillo, para no correr el riesgo de invadir la superficie circundante. Déjalo actuar durante 1-2 horas y luego frota con un cepillo antes de aclarar con agua.
• Como alternativa, un método más respetuoso con el medio ambiente es utilizar vinagre y bicarbonato sódico. Prepara una mezcla de 3 partes del primero y 1 parte del segundo, pásala a un pulverizador y rocíala sobre las juntas. Déjalo actuar durante una media hora y retíralo, tal vez frotando por encima con un cepillo de dientes.

Plato de ducha amarilleado, cómo prevenirlo

Además de limpiarlo una vez que ha amarilleado, se puede hacer mucho en términos de prevención. Incluso unas simples precauciones bastan para evitar este molesto inconveniente. O, al menos, para retrasarlo.

Para evitar que el plato de ducha amarillee, después de cada uso, recuerda:

• Aclarar bien la superficie y secarla con un paño suave para evitar que se estanque el agua.
• Realizar una limpieza semanal a fondo utilizando bicarbonato sódico, vinagre blanco o detergentes no abrasivos.
• Mantener una ventilación adecuada en el cuarto de baño para reducir la humedad y evitar la formación de moho.

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