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Los incendios de Los Ángeles, por qué los hogares estadounidenses son más vulnerables a los efectos del cambio climático
Residencial 14 enero 2025

Los incendios de Los Ángeles, por qué los hogares estadounidenses son más vulnerables a los efectos del cambio climático


El cambio climático está entrando en nuestros hogares. La tragedia de California invita a replantear las ciudades y la forma en que vivimos.
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Silvia Sanchidrián

Responsable de comunicación en Indomio España

La dramática realidad superó a la ficción cinematográfica. No fueron efectos especiales ni decorados de películas de catástrofes, sino incendios reales los que asolaron Los Ángeles, oscureciendo las centelleantes luces del emblemático cartel de Hollywood. Las llamas redujeron a cenizas las mansiones de famosos como Mel Gibson y Paris Hilton. El Paseo de la Fama, símbolo del sueño americano plagado de estrellas, se vio amenazado por los incendios. California, el estado más rico de Estados Unidos, se ha visto impotente ante un fenómeno que no perdona ni a las élites: los efectos del cambio climático.

Los incendios han puesto en evidencia la seguridad de las viviendas estadounidenses, a menudo construidas con materiales poco resistentes al fuego. Pero no es sólo una cuestión de diseño o urbanismo: las infraestructuras obsoletas y la gestión ineficaz de los recursos naturales han agravado la situación.

Esta tragedia es una advertencia para todos, que obliga a los expertos inmobiliarios a replantearse la forma de construir y vivir en nuestras casas y planes urbanísticos, que deben adaptarse inevitablemente al cambio climático.

¿Cuál es la causa de los incendios de California?

Los incendios de California, trágicos desde hace años, se alimentan de una combinación de factores climáticos extremos y estructurales. El año 2024 fue el más caluroso jamás registrado, con temperaturas superiores a la media y precipitaciones reducidas en un 20%. Esta prolongada sequía ha convertido la vegetación en combustible para las llamas.

Los vientos de Santa Ana, que pueden alcanzar los 160 km/h, han avivado los incendios, transportando brasas incandescentes a kilómetros de distancia. Para empeorar las cosas, están las infraestructuras eléctricas obsoletas: las chispas de las líneas eléctricas dañadas y los cables colgando fueron a menudo el punto de origen de los incendios. Así pues, el deficiente mantenimiento público también contribuyó a la catástrofe. En cualquier caso, sólo en los últimos cinco años, 15 de los 20 incendios más destructivos de California se han producido debido a estas condiciones combinadas.

Cómo son las villas de las estrellas de Hollywood y por qué no han resistido

La imponente belleza de las villas VIP californianas ha resultado ser una debilidad fatal. Muchas de estas viviendas, rodeadas de naturaleza para proporcionar intimidad a los famosos, con vistas exclusivas y espectaculares, están construidas con madera y materiales fácilmente inflamables. A pesar de su valor multimillonario, son tan vulnerables como las viviendas suburbanas más modestas.

Un experimento realizado por el Insurance Institute for Business & Home Safety (IBHS) demostró que las casas construidas con madera y vinilo no resisten el fuego: sólo tardan 10 minutos en incendiarse por completo. En comparación, las casas construidas con materiales despavimentados o resistentes, como el hormigón, combinados con bioconstrucción y jardines libres de vegetación seca, mostraron una resistencia significativamente mayor.

Qué problemas se encontraron en la infraestructura y la red eléctrica

Las infraestructuras californianas también fueron puestas a prueba. Por ejemplo, los hidrantes públicos de Los Ángeles, diseñados para pequeños incendios locales, no podían hacer frente a incendios tan grandes. En muchas zonas afectadas, los depósitos de agua se agotaron rápidamente, dejando a los bomberos indefensos y sin recursos.

Las líneas eléctricas, a menudo viejas y mal mantenidas, fueron identificadas como posibles desencadenantes de los incendios. Este problema ya se había denunciado en el caso del devastador incendio de Paradise de 2018 y, sin embargo, las mejoras fueron mínimas. ¿El resultado? Daños superiores a 150.000 millones de dólares y una comunidad cada vez más expuesta a los riesgos de los efectos climáticos.

Tras el caso de California, cada vez es más evidente lo reales que son las amenazas del cambio climático: la noticia no sólo ha pasado desapercibida por la destrucción de viviendas multimillonarias, sino sobre todo porque, por una vez, los efectos del cambio climático han afectado a una de las zonas más ricas y acomodadas del planeta. El cambio climático no sólo está afectando a los cada vez más numerosos emigrantes climáticos procedentes de las zonas más pobres y contaminadas del planeta, o de los países en desarrollo responsables de más emisiones contaminantes. Regiones en las que se está produciendo un invierno demográfico, con costes sociales y daños económicos sin precedentes.

El cambio climático está entrando en la esfera privada, en las propias casas, poniendo en tensión también las infraestructuras públicas y los proyectos urbanísticos, que claramente necesitan ser revisados y readaptados a la nueva era.

Cómo serán las viviendas del futuro a prueba de clima

El urbanismo y la vivienda del futuro tendrán que responder a las nuevas exigencias climáticas y sociales, combinando sostenibilidad, seguridad e innovación. He aquí algunas de las características clave según los expertos que vigilan los fenómenos del cambio climático relacionados con el estilo de vida y la vivienda:

Lo que podemos aprender de esta tragedia

Los incendios forestales de California nos recuerdan que nadie es inmune a los efectos del cambio climático, ni siquiera las comunidades más acomodadas o las que se encierran en mansiones doradas inaccesibles, dejando los espacios al aire libre a merced del abandono.

La tragedia de Los Ángeles nos obliga a replantearnos nuestra forma de vivir y construir, poniendo en el centro la resiliencia y la sostenibilidad. Pero también a cuidar mejor los recursos y los espacios públicos en los barrios y metrópolis más grandes y urbanizados del planeta.

No se trata sólo de evitar futuros desastres, sino de aprovechar una oportunidad: la de crear viviendas y ciudades cada vez más verdes y autosuficientes que no sólo resistan el cambio climático, sino que mejoren la calidad de vida de quienes las habitan. Es un reto enorme, pero necesario para garantizar un futuro seguro y sostenible.

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