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Colaboradora Externa de Indomio.es/news
El Acueducto de Segovia es una de las obras más sorprendentes de la ingeniería romana. Levantado entre los siglos I y II d.C., su arquería imponente sigue dejando con la boca abierta a todo el que lo ve. Este monumento no solo servía para traer agua desde lejos hasta el corazón de Segovia, sino que también está lleno de historia, leyendas y encanto. Su increíble estado de conservación dice mucho sobre lo importante que es para el patrimonio cultural y arquitectónico de España.
El Acueducto de Segovia, construido entre los siglos I y II d.C., fue diseñado para llevar agua desde el río Frío a la ciudad. Hecho con bloques de granito sin argamasa, ha resistido guerras y transformaciones, convirtiéndose en un símbolo de Segovia. Aunque dejó de funcionar en 1973, su valor histórico persiste. Fue restaurado por primera vez en el siglo XV y nuevamente en los años 90 para preservar su estado.
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El Acueducto de Segovia es una obra maestra. En 1985, la UNESCO lo proclamó Patrimonio de la Humanidad. Su diseño ingenioso y su construcción han permitido que este monumento perdure a lo largo de los siglos. Te contamos los aspectos más relevantes de esta estructura.
Su arquería es una impresionante sucesión de 167 arcos que se distribuyen en dos niveles. En el nivel inferior hay 119 arcos de medio punto, mientras que el superior tiene 44, muchos de ellos adaptados al terreno con diferentes tamaños. Con una altura de hasta 28,5 metros, destaca por los detalles decorativos en algunos de sus pilares, que le aportan elegancia sin restarle solidez.
Lo increíble del Acueducto de Segovia es que fue construido sin cemento, usando solo bloques de granito encajados con precisión milimétrica. Gracias a esta técnica, ha resistido casi 2.000 años. Además, su suave pendiente del 1% permitía que el agua fluyera desde 17 km de distancia.
El acueducto de Segovia destaca también por su eficacia hidráulica, gracias a un canal de 30×30 cm que transportaba el agua de forma precisa. Este sistema fue clave para el desarrollo de la ciudad.
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El Acueducto de Segovia está rodeado de leyendas y anécdotas que enriquecen su historia. Una de las más conocidas es la leyenda del demonio, donde una joven hace un pacto con el diablo para que construya el acueducto antes de que cante el gallo. Sin embargo, al final, el gallo canta justo antes de colocar la última piedra, frustrando el acuerdo.
A lo largo de los siglos, el Acueducto ha presenciado numerosos eventos históricos, como su construcción bajo el emperador Trajano y las restauraciones después de ataques y desastres naturales. En el siglo XV, se repararon los arcos dañados por un ataque musulmán.
Las anécdotas populares incluyen la creencia de que cruzar bajo los arcos trae buena suerte y que los segovianos se asombraron de la magnitud de la obra romana. La figura del diablo sigue viva en el arte contemporáneo, manteniendo la fascinación por esta histórica construcción.
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