Qué hacer y qué ver en Brujas, una ciudad de cuento

Hay una ciudad, en el corazón de Bélgica, conocida como la Venecia del Norte, con un encanto único: se trata de Brujas, atravesada por numerosos canales que reflejan la belleza y la elegancia de sus palacios más antiguos, y poblada de cisnes que confieren a la ciudad una atmósfera de paz y tranquilidad.

Cada rincón, puente o edificio de Brujas tiene una historia que contar, fruto de su glorioso pasado y de su importancia comercial.

Pero ¿qué hace que Brujas sea realmente especial? ¿Cuáles son las atracciones imprescindibles de la “Venecia del Norte”? ¿Y cómo se puede disfrutar al máximo de esta ciudad, incluso con niños?

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¿Dónde se encuentra Brujas?

Brujas se encuentra en el noroeste de Bélgica, y es la capital de la provincia de Flandes Occidental. Está situada a unos 90 kilómetros de Bruselas y a unos 20 kilómetros del mar del Norte, en una posición estratégica que, a lo largo de los siglos, le ha garantizado prosperidad comercial y cultural.

Qué ver en Brujas: los principales lugares que visitar

Son muchas las atracciones turísticas que no te puedes perder en Brujas. Su casco histórico, incluido por la UNESCO en la lista de Patrimonios de la Humanidad, está rodeado por un foso de forma ovalada que sigue el trazado de las antiguas y ya desaparecidas fortificaciones medievales.

Plaza del Mercado y Belfort

En el centro de la ciudad se encuentra la Markt, la plaza del mercado, dominada por la majestuosa torre del Belfort (Beffroi): con sus 83 metros de altura, el Belfort ofrece —tras subir sus 366 estrechos y empinados escalones— unas vistas impresionantes de Brujas y sus canales.

A poca distancia se encuentra el Ayuntamiento de Brujas (Stadhuis), un edificio gótico ricamente decorado, con fachadas elaboradas e interiores refinados, que sin duda merece estar incluido en un primer recorrido por el centro.

Basílica de la Santa Sangre

Cerca del Ayuntamiento se encuentra la Basílica de la Santa Sangre (Heilig-Bloedbasiliek), elegante y cargada de devoción.

La iglesia está compuesta por dos capillas:

• La inferior, de estilo románico y sobria, está dedicada a San Basilio.
• La superior, renovada en estilo gótico, alberga la reliquia de la Santa Sangre, que según la tradición fue traída a Brujas por Thierry de Alsacia a su regreso de la Cruzada.

Beguinaje de Brujas

Un oasis de calma y espiritualidad: el Beguinaje de Brujas es el único que queda en la ciudad. Fundado en el siglo XII, acogía a monjas laicas (begijntjes) en casas dispuestas alrededor de un jardín central. Hoy en día alberga una comunidad benedictina y un pequeño museo con estancias auténticas que muestran la vida cotidiana del pasado: habitaciones, claustro, cocina tradicional flamenca. Situado justo detrás del romántico Lago del Amor, el beguinaje es un refugio de tranquilidad lejos del bullicio turístico.

Cervecería De Halve Maan

Para quienes disfrutan del arte y el buen gusto, la Brouwerij De Halve Maan es una parada imprescindible en Brujas. Es el único brewery que queda en el casco histórico y ofrece visitas guiadas de unos 45 minutos, en las que se descubren los secretos de la malta y el lúpulo. Al final, se puede disfrutar de unas vistas panorámicas desde la terraza situada en la azotea del edificio. Para degustar: cervezas turbias de triple fermentación, símbolo de la tradición cervecera belga.

Iglesia de Nuestra Señora

Imponente y visible desde cualquier rincón de la ciudad, la Onze Lieve Vrouwekerk es famosa por su torre de ladrillo de 122 metros, la segunda más alta construida en ladrillo después de la iglesia de San Martín en Landshut.

En su interior conserva obras maestras como la Madonna con el Niño de Miguel Ángel (1504) y las espléndidas tumbas de María de Borgoña y Carlos el Temerario, además de pinturas y mobiliario gótico y renacentista.

Groeningemuseum

En el barrio de Groeninge se encuentra el Groeningemuseum, la galería de arte más importante de Brujas. En sus 11 salas expone seis siglos de pintura flamenca y obras de maestros como Jan Van Eyck, Gerard David, Pieter Pourbus y otros. Entre las obras más célebres se encuentra la Madonna del canónigo Joris van der Paele, pintada por Van Eyck en 1436.

Museo del Diamante

El Museo del Diamante de Brujas es una verdadera mina de conocimiento y belleza. Aquí se estudian las ocho características fundamentales de un diamante (brillo, conductividad térmica, color, forma, peso, pureza, etc.) y se pueden observar antiguos instrumentos y joyas, hasta el famoso diamante en bruto de 252 quilates. También es posible asistir, pagando un suplemento, a demostraciones de corte artesanal.

Palacio Municipal (Stadhuis) y Sala Gótica

El Stadhuis, o Palacio Municipal, es uno de los máximos exponentes del gótico brabantino. Construido entre 1376 y 1421, se sitúa en la plaza de Burg, cerca del Ayuntamiento.

La Sala Gótica en su interior, con bóvedas de madera de roble y frescos neogóticos que ilustran la historia de Brujas, es un espectáculo arquitectónico que no te puedes perder, reconstruida tras el gran incendio de 1887.

Puerta Kruispoort

Al final del casco histórico, a lo largo de Paperstraat, se erige la puerta Kruispoort, una de las testimonios más evocadores de las antiguas fortificaciones de Brujas (1297). Desde el lado del canal, la fachada presenta dos torres circulares, mientras que desde el lado urbano tiene torres octogonales, un elemento simétrico y sugerente ideal para fotografiar.

Bruges Beer Experience

Este museo interactivo de la cerveza ofrece un recorrido multimedia por la historia, la cultura y las técnicas cerveceras belgas, con degustaciones, exposiciones y una rica experiencia sensorial para los amantes del néctar dorado.

Qué hacer en Brujas

Aquí están las principales experiencias que no te puedes perder en la “Venecia del Norte”.

Tour en barco por los canales

Un crucero lento y relajado por los canales te permitirá descubrir rincones solitarios, puentes de arco, palacios históricos y vistas que de otro modo serían invisibles desde la calle. Las embarcaciones salen de varios puertos de la ciudad (entre ellos el famoso Rozenhoedkaai, uno de los puntos más fotografiados) y navegan junto al Belfort, la Iglesia de Nuestra Señora y las casas de los mercaderes.

Paseos, bicicleta e itinerarios urbanos

Caminar suele ser la forma más directa de respirar la ciudad: entre callejones, patios escondidos y vistas al canal, cada paso puede revelar un tesoro. Si quieres cubrir más terreno, alquilar una bicicleta permite desplazarse con agilidad incluso hacia zonas menos transitadas, como barrios residenciales y parques periféricos. Consejo profesional: sigue el perfil del foso o el itinerario a lo largo de la antigua muralla para disfrutar del lado más “verde” de Brujas.

Relax en Minnewater – Lago del Amor

Entre las experiencias que no te puedes perder está un paseo por el Minnewaterpark, alrededor del romántico Lago del Amor. Según la leyenda popular, las parejas que cruzan el puente permanecerán unidas para siempre. Es el lugar ideal para una pausa romántica, un picnic o simplemente para disfrutar de la tranquilidad lejos del flujo turístico.

Experiencias gastronómicas y degustaciones

Brujas no es solo arte y arquitectura: también es chocolate, cerveza, gofres y cocina flamenca. Entre las actividades adicionales, puedes participar en un taller de chocolate, en una degustación guiada de cervezas belgas o seguir un recorrido gourmet por los restaurantes locales.

Qué hacer en Brujas con niños

Visitar Brujas con niños es realmente agradable: su aspecto de cuento y la vivacidad del casco histórico no defraudarán.

Paseo en barco + carruaje

Los tours por los canales, generalmente de 30 minutos, son perfectos también para los más pequeños: relajantes, panorámicos y nada agotadores. Para añadir un toque de magia, muchas empresas de transporte turístico ofrecen también paseos en carruaje, que fascinan a los niños y crean una atmósfera de cuento.

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Museo del chocolate (Choco-Story)

El Choco-Story es una parada imprescindible para toda la familia. Ubicado en un edificio de 1480 y distribuido en cuatro plantas, combina historia, interactividad y sabores deliciosos. Los niños pueden divertirse con juegos, talleres y degustaciones, aprendiendo de manera sencilla cómo se elabora el chocolate, desde los granos de cacao hasta la tableta.

Tiendas de chocolate y talleres artesanos

Paseando por las calles del centro encontrarás decenas de tiendas especializadas en chocolate belga: bombones artesanales, formas creativas y sabores originales. Entrar en una chocolatería se convierte en un juego y una sorpresa, sobre todo para los más pequeños.

Mercadillos de Navidad (época de Adviento)

Si la visita coincide con los días previos a la Navidad, Brujas se transforma en un verdadero pueblo encantado, un lugar navideño donde reina el espíritu de las fiestas: mercadillos, luces, música y especialidades locales. Perfecto para pasear entre los puestos, probar chocolate caliente y descubrir objetos artesanales. La atmósfera es pura magia.